Ningún acontecimiento caracteriza esta era de incertidumbre como el Brexit. David Cameron estaba seguro de un resultado cuando permitió el referéndum. Se equivocó. La posición de los laboristas ha sido incierta desde el día en que se convocó el referéndum. El plan de salida sigue siendo incierto, al igual que si realmente nos iremos. Mientras tanto, tanto los ciudadanos como las empresas han permanecido en la incertidumbre, sin saber qué significarán los acontecimientos para ellos. Aunque el Brexit pueda parecer su máxima expresión, la era de la incertidumbre no ha terminado. Probablemente no haya hecho más que empezar. Nuestro mundo hiperconectado ha acelerado la innovación, ha aumentado las fuerzas competitivas y ha creado nuevas redes sociales y canales de comunicación que aún no comprendemos. Nuestras organizaciones ya no pueden confiar en que las reglas del juego sigan siendo las mismas durante décadas, o incluso años. El terreno de juego cambia constantemente. Hay tres respuestas a esta situación. Algunas organizaciones, ante la incertidumbre del Brexit, han tratado de encontrar seguridad en otros lugares, trasladando la fabricación o los servicios a lugares que seguirán dentro de la UE, al menos de momento. También pueden tratar de trasladar la incertidumbre a otros, externalizando funciones en riesgo por el Brexit con la opción de incorporar a otros proveedores si es necesario. Pero la tercera opción es quizá la más importante. La mayor lección para el futuro. Y es aceptar la incertidumbre. Si aceptas que la era de la incertidumbre continuará durante años, quizás décadas, entonces empiezas a cambiar tu forma de operar. Miras a tu organización y, en lugar de centrarte en la realidad actual, planificas la adaptación al mañana. De hecho, puedes empezar a construir una organización que se adapte continuamente. ¿Qué significa esto? Tiene implicaciones para la estructura de la organización y la inversión. Pero una de las características fundamentales de las organizaciones preparadas para el futuro es su previsión. Las organizaciones preparadas para el futuro dedican recursos a ver qué va a ocurrir antes. Hacen mejores previsiones y con más frecuencia. Extraen información de todas las cifras disponibles, de las finanzas y de otros ámbitos. Y utilizan esta inteligencia para tomar decisiones mejores y más rápidas. En una época de incertidumbre, su única opción real de éxito a largo plazo es ser más adaptable que la competencia. Ser el primero en aprovechar los cambios en el terreno de juego. Y eso significa ser el primero en ver lo que está pasando y el primero en responder. Si hay quizás un pequeño resquicio de esperanza en la debacle del Brexit, es que nos ha enseñado a muchos de nosotros cómo vivir y tener éxito en una época de incertidumbre.