La perspectiva de un consultor: Proyectos de éxito y clientes satisfechos

Ver el verdadero valor del sistema

Como consultor, uno de mis principales objetivos es que el proyecto o la implantación tengan éxito. ¿Qué es para mí un proyecto de éxito? Si hiciera esta pregunta a mis colegas, recibiría respuestas muy diversas, pero ésta es mi idea del éxito. Para mí, un proyecto con éxito es la cantidad de conocimientos transferidos al cliente. Mi mayor satisfacción es cuando mis clientes han aprendido lo suficiente para poder seguir adelante sin mi ayuda y realizar tareas por su cuenta.

Trabajo con muchos tipos de clientes. Clientes escépticos, clientes ansiosos, clientes que temen fracasar o clientes que carecen de confianza. Cuando empiezo un proyecto, tomo al cliente al pie de la letra. Abordo todos los aspectos con una actitud positiva y espero que el cliente esté ahí para aprender. En la mayoría de los casos, este enfoque me ha dado buenos resultados. Eso sí, me he encontrado con clientes que se resisten a trabajar con un consultor externo, y creo que esos clientes son los que más pierden con la ejecución del proyecto. El cliente ideal es el que teme fracasar, porque para mí es un reto bienvenido. La razón por la que lo describo como un reto es porque sé que van a ser reacios a hacer cualquier cosa en el sistema, pero disfruto más trabajando con estos clientes porque sé que mis habilidades como consultor les darán el empujón de confianza para seguir intentándolo hasta que lo hagan bien. De este modo, se les quita de la cabeza la idea del fracaso.

Los clientes nerviosos o temerosos son clientes que tienden a resistirse al cambio y a no confiar en las nuevas tecnologías. Sé que el producto con el que trabajo es fácil de usar y me aseguro de que lo vean. Una de mis clientes, que no paraba de advertirme de que iba a romper el sistema, tuvo una experiencia tan positiva con Prophix que dijo que había sido la vez que más rápido había completado un presupuesto, y que el proceso había sido muy sencillo. Otro cliente ha despegado con Prophix, y está estableciendo procesos por su cuenta y viendo el verdadero valor del sistema.

Para mí, esto es suficiente para sentir que estoy haciendo bien mi trabajo y cumpliendo las expectativas del cliente más allá de lo que había imaginado inicialmente con Prophix.