El director financiero Aaron Levine comparte sus cinco prioridades de IA para 2026 que aumentarán la claridad, la capacidad, la resistencia y el rendimiento de los equipos financieros.
diciembre 18, 2025
Si 2025 fue el año en que la IA trastornó las finanzas tal y como las conocemos, 2026 será el año en que se convierta en algo existencial. La IA en las finanzas ya no es un experimento; es una realidad operativa para las organizaciones de alto rendimiento. La brecha entre los equipos que hacen operativa la IA y los que simplemente "tienen IA" se está ampliando rápidamente.
La volatilidad no disminuye. Las limitaciones de talento no disminuyen. Y la presión por la velocidad, la precisión y la claridad no hace más que intensificarse. Los directores financieros se encuentran en un punto de inflexión: utilizar la IA para desbloquear la capacidad o quedar sepultados bajo la complejidad.
De cara a 2026, el factor diferenciador será la eficacia con la que convirtamos la IA en claridad, capacidad y confianza, tres cosas que los directores financieros necesitan más que nunca.
Estas son las cinco prioridades de la IA en las que los directores financieros deben centrarse el próximo año.
Las finanzasautónomas no están "en el horizonte", sino que ya están transformando las operaciones de los equipos financieros modernos. Las listas de comprobación de cierres, las actualizaciones de previsiones, la supervisión del flujo de caja y las conciliaciones son gestionadas cada vez más por agentes que funcionan continuamente, ejecutando tareas en segundo plano para que su equipo pueda centrarse en el trabajo de mayor valor.
Esto crea una nueva realidad operativa:
Los directores financieros que triunfen en 2026 no serán los que busquen respuestas manualmente. Serán los que demuestren un impacto medible de los flujos de trabajo aumentados por IA y utilicen información en tiempo real para guiar el negocio hacia adelante.
No faltan casos brillantes de uso de la IA. Algunos acabarán siendo importantes, pero no reducirán su carga de trabajo el próximo trimestre. Los beneficios reales se encuentran en los puntos de fricción del día a día que todos los equipos financieros conocen bien. Estas primeras mejoras son los primeros pasos prácticos en el camino hacia unas finanzas autónomas más amplias.
Estas ventajas a corto plazo no requieren una revisión transformadora, sino la tecnología adecuada y la voluntad de experimentar. Empiece poco a poco, genere valor rápidamente y utilice ese impulso para impulsar una estrategia de IA a más largo plazo.
La mayoría de los equipos financieros "tendrán IA" en 2026. Muy pocos confiarán en ella lo suficiente como para replantearse sus procesos en torno a ella.
Las finanzas siempre han estado estructuradas y basadas en reglas, lo cual es un punto fuerte, pero también puede ser una limitación. Para obtener un valor real de la IA, los directores financieros deben ir más allá de los manuales tradicionales.
Equipos que incorporan la IA:
Equipos que logran un impacto mensurable:
La fórmula para adoptar con éxito la IA es sencilla: mentalidad + tecnología. Sin ambas, la IA se convierte en decoración, no en transformación.
La volatilidad es ahora la línea de base: elcambio dedivisas, las regulaciones, el gasto de los clientes y la interrupción global. Pero la incertidumbre ya no es una desventaja para los equipos financieros que adoptan la IA.
En 2026, las organizaciones que prosperen serán las que:
La IA acorta la distancia entre la señal y la decisión. Permite a los equipos financieros pasar de explicar lo sucedido a orquestar activamente el negocio a través de la incertidumbre.
La planificación de escenarios y la gestión de riesgos se convierten en procesos vivos. No talleres trimestrales.
Los directores financieros ya no pueden esperar más. La mayoría de los equipos no añadirán un número significativo de empleados en 2026, pero las expectativas no harán más que aumentar. El único camino escalable hacia adelante es la capacidad impulsada por la IA.
Esto requiere un cambio fundamental:
La IA debe encargarse del trabajo pesado. Su personal debe encargarse del juicio.
Las finanzas autónomas no recompensarán las medias tintas. Si implanta herramientas de IA sin replantearse los procesos, la mentalidad y las expectativas, los beneficios serán, en el mejor de los casos, incrementales.
Pero si se adopta plenamente la autonomía rediseñando los flujos de trabajo, midiendo los resultados y creando una cultura de confianza y experimentación, se logrará claridad y capacidad que la mayoría de los equipos aún no creen posible.
puede que 2026 siga con la misma dinámica acelerada a la que nos hemos acostumbrado, pero los directores financieros no tienen por qué conformarse con eso. Con el enfoque adecuado, la imprevisibilidad se convierte en un catalizador del impulso y en la piedra angular de un nuevo tipo de equipo financiero.
Quienes apuesten por las finanzas autónomas como una extensión de su equipo entrarán en el año con confianza, no con cautela.
Vea lo que las finanzas autónomas pueden hacer por su equipo
